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Desde hace algunos años, y especialmente este 2025, las organizaciones empresariales están pisando el acelerador en la promoción de sus estrategias de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI). Las estrategias DEI están orientadas a crear entornos de trabajo donde exista de modo efectivo la igualdad de oportunidades para todos independientemente de edad, género, raza u orientación sexual. Sin embargo, uno de los grupos más valiosos y a menudo pasados por alto es el talento senior.
El talento senior no sólo aporta una experiencia de incalculable valor sino también la perspectiva que debería ser clave para el éxito empresarial en un ecosistema cada vez más dinámico.
El talento senior se refiere a profesionales con dilatada experiencia en su campo de trabajo. Hablamos de 20 o incluso 30 años de carrera. Estos empleados suelen estar, o haber estado, en la cima de su campo y aportan una riqueza de conocimientos, habilidades y vivencias que los empleados de menor edad, por una cuestión lógica, aún no han podido adquirir. Por tanto no hablamos sólo de un valor basado en habilidades técnicas, sino también en la capacidad para mentorizar y liderar equipos.
La diversidad generacional se está revelando como una estrategia de alto impacto. Las empresas que promueven la integración de diferentes generaciones generan de forma natural una variedad de enfoques, perspectivas y soluciones nunca antes vista. Esto no solo mejora la toma de decisiones, sino que también contribuye a una cultura de innovación. Un talento diverso en términos de edad puede beneficiarse de la combinación de la energía y creatividad de los jóvenes con la sabiduría y estabilidad de los empleados más experimentados. Las generaciones más jóvenes pueden aprender de las vivencias que los senior han adquirido a lo largo de los años, mientras que los empleados de mayor edad pueden adaptarse a nuevas tendencias y tecnologías gracias al trabajo conjunto con la generación más joven.
Sin embargo, a pesar de su valor, muchas empresas tienden a ignorar el talento senior en sus estrategias de contratación, formación y promoción. Es lícito preguntarnos el por qué. Y aunque no existe una única razón, ya que como siempre decimos cada profesional, empresa o proyecto son únicos, sí hay un elemento sobre el que consideramos imprescindible reflexionar: el coste.
En demasiadas ocasiones nos encontramos con situaciones donde el mercado anhela este tipo de talento pero no está dispuesto a asumir el coste que supone. Es decir, apreciamos y necesitamos el talento senior pero no estamos dispuestos a pagar por él.
- Revisar políticas de adquisición de talento:
Las empresas deben evaluar sus procesos de selección para asegurarse de que no estén sesgados en función de la edad. En este punto el uso de inteligencia artificial para analizar candidaturas de manera objetiva pueden ayudar a eliminar los prejuicios.
- Fomento de programas de mentoría:
Crear programas de mentoría intergeneracional es una excelente manera de combinar la experiencia de los empleados senior con la energía de los más jóvenes.
- Formación continua:
Ofrecer programas de desarrollo es clave para mantener al talento senior actualizado en nuevas tecnologías, procesos y metodologías. La formación no debe ser exclusiva para empleados más jóvenes.
En resumen, el talento senior es una parte fundamental de las estrategias de Diversidad, Equidad e Inclusión dentro de las organizaciones. Al fomentar la inclusión de profesionales con experiencia, las empresas pueden aprovechar una rica diversidad de perspectivas y habilidades que, en conjunto con otros grupos demográficos, mejoran la innovación y el rendimiento organizacional.