Consultoría a medida con la experiencia de una gran firma.

Manuel Cano, el cerebro y corazón de Profiles

En 2010 me incorporé a una de las grandes firmas globales de executive search y a partir de ahí mi trayectoria ha ido en constante crecimiento hasta hoy.

Inicié mi carrera como Consultor de RRHH y rápidamente comencé a gestionar equipos. De liderar  equipos pequeños pasé a liderar equipos grandes y de ahí a hacerlo en unidades de negocio, grupos de clientes clave o áreas geográficas determinadas. Siempre dentro del mundo de los servicios de gestión de talento. También he podido contribuir a la expansión internacional de firmas españolas en el mercado internacional y, en mi última etapa, implementar una firma consolidada internacionalmente dentro del mercado español.  Y todo ello en paralelo al proyecto más importante de la vida de todos nosotros que es la creación y aumento de nuestra propia familia.

He aprendido mucho. Lo he disfrutado en más ocasiones de las que no lo he hecho. Pero nunca he estado del todo satisfecho con eso que llamamos “la orientación a cliente”. Y es porque cuando gestionas equipos y negocios las variables que afectan al servicio que prestas son casi infinitas. Las estructuras grandes exigen una serie de consideraciones en aras de conseguir la rentabilidad de las mismas que indefectiblemente afectan antes o después al servicio que ofrecemos. Los costes, los tiempos, la tecnología o la metodología que utilizamos están estudiadas al milímetro para garantizar esa rentabilidad en primer lugar.

Yo considero, sin embargo, que las relaciones más rentables a largo plazo son aquellas que nacen de la confianza en que trabajamos siempre por el mejor interés de todas las partes. Y para ello es obligatorio tratar cada cliente y cada proyecto como si fuera el único.

En los últimos 15 años, insisto, he estado gestionando para mis clientes asuntos relacionados con el talento. Incorporando los perfiles profesionales que han necesitado y desarrollando organizaciones más eficaces. Y de la observación de todos los grandes proyectos y experiencias en los que he podido participar puedo extraer una conclusión: no hay dos problemáticas iguales.
Cada compañía tiene necesidades específicas. Por el perfil, por la cultura, por el estado de madurez del proyecto. Las variables son infinitas. Y cada profesional en el mercado también lo es. Por eso la vocación de servicio y la flexibilidad son principios básicos de nuestra actividad. Considero que sólo realizando este ejercicio de empatía, sin injerencias de otros intereses, podemos construir relaciones profesionales útiles y sostenidas en el tiempo.

Con esos principios irrenunciables nace Profiles Talent. Y somos capaces de demostrar a nuestros clientes y al mercado de trabajo que son principios básicos para el éxito de todo proyecto y relación profesional.